Habiendo presente un mercado tan grande no es de llamar la atención que existan diferentes tipos de personalidades a la hora de hablar de emprendedores. Si bien se hallan personas con un alto potencial de comunicación, también se puede encontrar tímidos emprendedores que tienen una gran capacidad de éxito pero que muchas veces no saben cómo comunicarlo.
No es un factor para entrar en desanimo o decepción, todas las personas están igualmente abiertas y expuestas al éxito, lo bueno es encontrar la manera y el método adecuado para aquellos que les cueste un poco más la práctica de la comunicación.
1. Organizarse. Generalmente, lo que se les recomienda a los emprendedores que son tímidos es que previamente a las reuniones o eventos, dediquen un tiempo al razonamiento y escritura de lo que se va a decir. Tener un discurso escrito que pueda releerse cuantas veces sea necesario, genera una base donde la mayoría de los empresarios vuelven a apoyarse antes de cualquier reunión. Esto además, permite poder ser consultado con otras personas y corregir cuantas veces se requiera lo que no se está seguro de decir.
2. Buscar un lugar cómodo y personas adecuadas para el trabajo. Comunicarse y dialogar con los socios y trabajadores no es una tarea fácil para los tímidos emprendedores, no obstante es una tarea que ningún empresario puede dejar de lado. Para ello se recomienda buscar lugares que generen seguridad y familiaridad para producir comodidad. De la misma manera se recomienda, elegir con qué empleados y socios hablar, para que se facilite el dialogo.
3. Trabaja con tecnología. Hoy en día contamos con aplicaciones y aparatos tecnológicos, que a diferencia de hace 30 años atrás, no se podía concebir la posibilidad. Es bueno que lo tengan en cuenta los tímidos emprendedores porque, por ejemplo, muchos de los proyectos y discursos pueden ser presentados a través de programas que les permitan realizar videos llamadas, tales como Google Hangouts o Skype. De esta manera se podrá contactar con clientes, socios, y proveedores, desde el lugar que se desee, que puede ser una propia oficina. Generará tranquilidad y confianza extrema.
4. Pensar en los propios potenciales. Todas las personas los tenemos. Los emprendedores extrovertidos y los tímidos emprendedores. Pensar en los propios potenciales es un buen punto de partida para generar autoconfianza y encontrar los mecanismos adecuados de comunicación. Dedicar tiempo a ello, permitirá ser claro a la hora de exponer un proyecto o idea. Generalmente los tímidos emprendedores son los que comunican con mayor claridad y concreción sus ideas, ya que pasan mucho tiempo analizando sus cosas.
5. Demostrar pasión. En el fondo todos la tienen, y hay de demostrarla. Exteriorizar la fuerza que nos motiva a trabajar, con los clientes, proveedores y empleados, abrirá puertas hacía un confiable ambiente de trabajo. La confianza del emprendedor hay que demostrarla y contagiarla así el intercambio es genuino para eso es bueno tener presente porqué y para qué hacen lo que hacen, cuales son las fuerzas que los motivan a estar en ese lugar.
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